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Con la película Licorice Pizza, Paul Thomas Anderson regresa a San Fernando Valley

Película Licorice Pizza

Con su más reciente película, Licorice Pizza, Paul Thomas Anderson regresa a San Fernando Valley, donde vivió gran parte de su infancia y adolescencia. Como otra de sus obras ambientadas en la zona, Boogie Nights, Licorice Pizza también transcurre en la década de los 70, está teñida de la nostalgia por una época y una inocencia perdidas y poblada de personajes encantadores y sin malicia.

Como en Boogie Nights, también es una mirada crítica a la industria del cine. No tan frontal como cuando examinó el mundo del cine para adultos, pero crítica al fin. Por sus fotogramas desfilan una irascible y violenta Lucille Ball, un delirante Jon Peters, un Willian Holden venido a menos, viviendo de sus glorias (y líneas de diálogos) pasadas, un no menos decadente director que parecen mezcla de John Ford con Howard Hawks, interpretado por el cantante y actor de culto Tom Waits, y hasta un Herman Monster/Fred Winnie interpretado por John C. Realy, en un inadvertido cameo. Eso, sin contar el fugaz avistamiento del Batmovil de la serie de los 60.

Nostalgia aparte, P.T. Anderson no desaprovecha la ocasión para describir una industria que bordea el antisemitismo, la xenofobia. Y un tiempo y un mundo donde los gays no tienen cabida y los viejos verdes tienen el derecho de palmear los traseros de sus jóvenes empleadas con impunidad.

Alana Haim y Cooper Hoffman, una pareja romántica poco convencional

¿Es la película Licorice Pizza una comedia romántica?

Como Punch-Drunk Love, su tercera cinta de la trilogía del Valle de San Fernando, la película Licorice Pizza también es una comedia romántica. Bueno, como Punch-Drunk Love, Licorice Pizza es una suerte de comedia romántica. Aunque con la diferencia de que esta vez el público puede realmente enamorarse de la pareja principal. Interpretados con una naturalidad y ternura, últimamente pocas veces vista en el cine de Hollywood, por los actores principiantes Cooper Hoffman y Alana Haim. Él es hijo del desaparecido Phillip Seymor Hoffman, miembro de la tropa de Anderson. Ella es integrante de la banda pop Haim y amiga de Anderson.

Porque esa es otra. En Licorice Pizza no sólo participa la familia de su realizador, sino también sus amigos y vecinos. Como la familia Haim en pleno. Aunque a primera vista pudiera parecer una suerte de autobiografía, la verdad es que el film se inspira en las memorias de Gary Goetzman, productor de buena parte de la obra del desaparecido Jonathan Demme –a quien Anderson dedica su film.

Con una obra tierna, que explota los atardeceres interminables californianos, y un coming-of-age poco convencional, una historia de amor entre un adolescente de 15 años y una chica de 25, Paul Tomas Anderson convierte su trilogía del Valle de San Fernando en un cuarteto.

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