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El iPad de Apple y las publicaciones del futuro imaginadas por Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke

El newspad, en un fotograma de 2001, de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke

Cuando se cansaba de los informes oficiales y los memorandos y las minutas, podía conectar su tableta de noticias, su newspad del tamaño de un folio, en el circuito de información de la nave, para revisar los últimos reportes electrónicos de La Tierra. Uno a uno podía conjurar los principales periódicos electrónicos del mundo. Cambiando a la memoria inmediata de la unidad, podía tener la primera página para revisar los titulares, y marcar las noticias que el interesaban. El rectángulo del tamaño de un sello de correos, se expandía entonces hasta llenar toda la pantalla, para permitirle una lectura más confortable. Cuando terminaba, podía volver a la primera plana para seleccionar un nuevo ítem para leer.

Floyd se preguntaba a veces si la newspad, y la tecnología fantástica detrás del dispositivo, era la última palabra en la búsqueda del Hombre del sistema perfecto de comunicación. Aquí estaba, lejos en el espacio, alejándose vertiginosamente de La Tierra a miles de kilómetros por hora, y sin embargo, en milisegundos podía ver los titulares de cualquier periódico que quisiera. (La palabra “periódico”, por supuesto, era una rémora anacrónica en la era electrónica).

El texto se actualizaba automáticamente cada hora; y aún leyendo sólo las versiones en inglés, uno podía invertir toda una vida sin hacer nada, salvo absorber el siempre dinámico y cambiante flujo de información de los satélites de prensa.

Era difícil imaginar cómo el sistema podía mejorarse o hacerse más conveniente. Pero tarde o temprano, suponía Floyd, se haría obsoleto y sería reemplazado por algo tan inimaginable, como inimaginable podía ser el newspad para Caxton o Gutenberg.

Lo anterior fue escrito hace casi medio siglo. Se trata de un fragmento de la novela 2001, A Space Odissey, de Arthur C. Clarke, basada en su guión del film de Stanley Kubrick.

Lo traigo a colación porque si bien ya existen dispositivos táctiles que permiten leer, gestionar y manipular el flujo cambiante de los actuales satélites de información, a finales de este mes saldrá a la venta uno de los dispositivos que acaso más se parezca al imaginado por Clarke y Kubrick. Sí, estoy hablando del iPad de Apple, —que casualmente aparece el mismo año en el que hipotéticamente transcurre la trama de 2010, continuación de la obra de Kubrick.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=SwjJ4Y566vI[/youtube]

En las semanas que precedieron a la presentación del dispositivo de Apple, el colectivo londinense de diseño BERG mostró un video conceptual, comisionado por Bonnier R&D, sobre la experiencia interactiva, gestual y tácil de la revista del futuro. Una experiencia que parecía recoger a pie juntillas, las ideas de Kubrick y Clarke:

[vimeo]http://vimeo.com/8217311[/vimeo]

También Sports Illustrated mostró su concepto:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=ntyXvLnxyXk[/youtube]

Y unas cuantas semanas después del anuncio del iPad, Wired hizo otro tanto:

Pero a diferencia de los videos de BERG y Sports Illustrated, el video presentado por Wired no era un concepto, sino la demostración del sistema que están desarrollando para dispositivos móviles gestuales. Desarrollado conjuntamente con Adobe, esta nueva versión de la futurista revista, fue diseñada con Adobe InDesign y Adobe Air. Es decir, ha sido construida con tecnología actual, barata y accesible a todos los mortales.

Como han podido observar en los tres videos, la experiencia de leer una revista no seguirá siendo estática e incluirá no sólo textos en movimiento, audio, video y animación; sino que además será interactiva, dinámica, táctil, gestual y se actualizará automática, continuamente.

Imagino que, a estas alturas, ya se están dando cuenta por dónde vienen los tiros. Gracias al advenimiento de los dispositivos portátiles táctiles como el iPad, la redacción y el diseño de las publicaciones del futuro más inmediato, no sólo estarán compuestas por periodistas y diseñadores, sino además por directores de cine, animadores, postproductores y programadores.

Algo, ciertamente, que acaso no concibieron la visionaria imaginación de Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick hace casi medio siglo. ¿Qué pensaría Floyd del iPad? ¿Se quejaría de su falta de cámara y soporte para Flash?

Vía | Boing Boing

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